dijous, de gener 31, 2008

Mazinger Z ataca Madrid !!

Berlín 2008

Pues sí, finalmente pisé suelo alemán por voluntad propia, aunque los que me conocen bien no puedan creerlo!
Gato y yo aprovechamos el GRAN viernes de la Publicidad (convenio publicitario, te quiero!) y nos fuimos a Berlín cargados de emoción y suspicacia. La emoción la llevaba Gato en su mochila, y a mi la suspicacia me salía por las orejas.
Que por qué? pues no sé bien decirlo, he de confesar.
Desde pequeñita empecé a sentir una extraña incomodidad por todo lo que fuese alemán, y ya de adolescente, y conocedora de la historia de la segunda guerra mundial, pues me hice la promesa estúpida de no pisar jamás suelo alemán. Y digo estúpida porque basándome en mis inmaduras razones, no podría pisar ningún suelo de este planeta, incluido el que habito diariamente...

Total y para resumir: al final, a mis 33 años, decidí que ya estaba bien de tanta tontería. Los alemanes que conozco son muy majos, sus abuelos, hasta donde yo sé, pues también.
Además me hacía mucha ilusión ver el Museo de la Resistencia (sí, hubi resistencia alemana más allá de Tom Cruise!) y el Museo de los Judíos . Al final me gustó más el Memorial de la Resistencia. Pequeño, conciso, muy esclarecedor y emocionante. El Museo Judío es más frío. Muy fashion, pero más frío. Y para frío el que hacía en la calle, la verdad.

Así que en resumen... Berlín me encantó.
Es una ciudad que no se parece a ninguna otra que yo haya visto jamás... postapocalíptica pero renacida, destartalada pero firme... Gris, de piedra, de tierra y de cristal. Pero cargada de significados. Y bella.

He de confesar que no vi a muchos berlineses, sería por viento de mil demonios que llegó a hacer. Solamente en el Sony Center y en Curry 36 (ñami qué buenos los Curry Wurst!) vi algunos jóvenes modernos cenando antes de irse de juerga a esos famosos locales que fuimos absolutamente incapaces de encontrar.

Y como siempre, había catalanes por todos lados... "Ai xato, fes-me una foto a la porta d'Ishtar amb la Mariona!" " Ooooh, quina meravellaaa l'altar del Pérgamu" " Ai nena, a Mataró no tenim aquests edificis tan imponents, si l'ajuntament és esmirriat!" (verídico).

El último día cuando ya nos íbamos, comentamos Gato y yo que teníamos la sensación de que fuese lo que fuese lo que habían hecho mal los berlineses (que todos sabemos de lo que hablo...), la ciduad como tal lo había pagado: el muro, la traumática división, los asesinatos de familias que trataban de reencontrarse, las muertes por congelación en el río tratando de escapar al otro lado.... Que no hablo de los individuos, porque como firme convencida de la existencia del karma, allá cada cual con las consecuencias de sus actos.

Como curiosidad: en el lugar donde estuvo el cuartel general de la Gestapo, hay ahora un solar desangelado lleno de piedras y tierra, y un enorme Globo aerostático donde te subes y ves Berlin 360 grados. No es curiosa la vida?


Y para terminar: nos hemos puesto los deberes de volver a ver "Hermanos de Sangre" de SPielberg , de ver de una vez "El hundimiento", comprarnos "La vida de los otros"y revisar "El cielo sobre Berlín", de donde es este precioso fotograma.

dijous, de gener 24, 2008

Yo tengo un amigo

Yo tengo un amigo.
Hasta ahí nada extraño, puesto que todos los seres humanos sin excepción tienen o creen tener un amigo en esta vida.
Pero es que yo lo digo en serio: tengo un amigo. Y no es un amigo al uso, debo reconocer.
Durante un tiempo la vida nos unió en un colegio de secundaria de Barcelona, acercándonos todo lo que pudo: dos o tres pupitres de distancia.
Yo con mis amigas y el con sus amigos hacíamos lo que podíamos para sobrevivir en aquel duro universo de guaperillas y princesas, puesto que ni él era lo primero ni yo era lo segundo. Éramos dos personajes secundarios en aquel entrañable circo hormonal. :-)
Eso sí, dos personajes secundarios con una gran vida interior.

La vida siguió haciendo de las suyas y, aunque a mitad de secundaria nos separamos para seguir nuestros respectivos caminos de ciencias y letras, continuamos siendo amigos de ese modo extraño en que dos personas de 16 años pueden serlo.

Muchas cosas nos sucedieron a cada uno y otras sucedieron "entre" los dos. Todo pueril, inocente y algunas veces misterioso.
Con aquella lengua de trapo que se tiene de adolescente, se nos quedaron millones de cosas por decirnos y contarnos. Estoy segura de que él piensa igual que yo.

Un buen día me enteré de que una de mis mejores amigas estaba enamorada de mi amigo con una intensidad poco usual en una chica de su edad. Tras un año y pico de verla encantarse con unos y con otros, no me terminé nunca de creer lo ella sentía por él. Eso fue un error. Debí creérmelo. Pero sin darle importancia alguna, yo seguí siendo amiga de mi amigo como me parecía y podía.

Otro buen día me di cuenta de que a mi me gustaba el amigo de mi amigo. Y eso sí que fue una tontería, porque aunque tuvo un buen primer año (en el que ni me fijé en él), después se volvió alto, rubio, aburrido y tonto.
Ni yo conseguí al amigo de mi amigo, ni mi amiga consiguió a mi amigo. La vida de nuevo estuvo jugando sus cartas enrevesadamente, sin que nadie entendiese ni por un segundo el sentido de todo aquello.
Pero aunque no tenía sentido, algunos de nosotros nos hicimos daño.

Aquello queda ya muy lejos, pero es el germen de nuestra amistad. Pocas veces lo hablamos, porque a mi me incomoda, y creo que hasta a veces me duele.
Es un período de mi vida que no quiero recordar, y él lo sabe. Y lo sabía mucho antes de saberlo yo.

Desde que éramos críos ha demostrado una tremenda habilidad para abrirse camino entre mis corazas y llegar hasta el recóndito lugar donde me escondo. Por ello siempre le he admirado y temido.
Por ello, durante nuestra larga amistad, ha habido momentos en que le he dejado entrar, y muchos otros momentos en los que he huído de él despavorida.

Ahora a veces veo a mi amigo, y pienso que ha cambiado. Ha crecido en muchos sentidos, se ha hecho fuerte. En el tiempo en que le perdí de vista le pasó de todo, y de todo ha salido. Me lo encontré triste pero con universos dentro de su cabeza.
Aunque la vida ha estado jugando con nosotros dos al escondite, él siempre ha sabido encontrarme.
Por eso doy las GRACIAS más grandes de mundo. Porque sin él mi vida sería peor.

El resultado de todas estas tribulaciones es que mi amigo me conoce bien.
Y como decía antes, no es un amigo al uso. No le veo los fines de semana, ni salimos a cenar con nuestras respectivas parejas, ni nos llamamos todo el tiempo para contarnos penas. Es otra clase de amigo, que no sé clasificar. Porque no tengo más como este.
Me gustaría verle más, pero la vida una vez más se empeña en tejer distintos destinos para nosotros dos.
Me gustaría que fuese feliz, y creo que en eso la vida le empieza a dar tregua.
Quiero ser testigo de su felicidad, aunque sea desde una ventanita en el segundo piso de su corazón.
Ahí estaré siempre para él, y mi amigo lo sabe.

Gremlin!!! Gizmo te saluda!

La teoría del Banquillero

Esto va de "Urgencias", la serie a la que llevamos enganchados Gato y yo desde hace milenios...
Ayer llegó el momento tan temido de despedirse de Mark Green (Anthony Edwards). Y es que a Mark le queríamos mucho en casa... Gato y yo siempre obserbávamos sus aventuras y desventuras con cariño y benevolencia: Pobre Mark! Bien or Mark! Es tan bueno! Si fuese a urgencias solo querría que me atendiese Mark! (bueno, a mi de vez en cuando también me apetecía que me atendiese el Doctor Ross...)

En fin, que anoche se nos murió el Doctor Greene... se nos inundó Urgencias y el salón de casa de lagrimones y mocos... Carter lloriqueaba, Kovac ponía mala cara, Haleh lloraba abiertamente, Abby ponía su jeta habitual de pocos amigos... pero la que se desplomó fue sin duda la Weaver. A esta le dio un jamacuco de pensar en lo buenazo que era el Greene y lo mal que le había tratado. Ea! Te jodes. Por tonta y envidiosa. Que la envidia no te lleva a ningún lao.

Y ahora el otro hecho que viene a corroborar la Teoría del Banquillero de Tatxe
Me pone mala la Abby. Esta muchacha tiene a los dos macizos de la serie loquitos por sus huesos. Y ¿Ella qué hace? Pues darse a la bebida para olvidar. Señores guionistas de Urgencias: vale que Abby tuvo una infancia perra, vale que su madre está pallá, vale que en un tiempo fue alcohólica... pero lo que nadie se traga es que una tía de treintay pocos años, soltera, bajita, con mala leche, teniendo a dos tiarrones tirándole los trastos se vaya a buscar consuelo en las copichuelas.. NO Y NO!
Ya puestos, déjame darle a esta muchacha un consejo: quédate con Carter, reina, que hace muchos años que le conozco (más que tú) y siempre ha sido un "bon jan" que decimos en mi tierra. Vamos, un tío limpio, transparente, que cuida a sus chicas como princesas. En cambio el Kovac es más sospechoso. De acuerdo que cuando habla croata se te hace la boca agua. De acuerdo que es misterioso, además de alto, morenazo y buenorro. Pero no hija no, no parece la mejor opción para rehacer tu etílica vida. A este le importa un pito si te metes una cerveza entre pecho y espalda, mientras le pongas ojitos de cordera. Y mira el Carter, cómo te lleva a las reuniones de los Anónimos y te llama y te va a ver a todas horas, y se preocupa incensantemente por tu bienestar y humor.
Ay... lo que yo te diga ( y lo que dice mi amigo Tatxe) Las mujeres no queremos "banquilleros" ("ay, te quiero mucho, eres mi mejor amigo" es la frase más escuchada por esta especie autóctona en todo el PLaneta Tierra) Lo que queremos es un malo misterioso, y si habla raro pues mejor.

Bueno Abby peor pa ti. Y mejor para Carter, que se merece mucho más que una bajita con mala leche.


Està bé sentir-se una mica trencat

Està bé sentir-se una mica trencat, perquè tots ens hi sentim de vegades. Tots tenim mal de vegades, tots plorem, i quan tot està malament é...