dilluns, d’octubre 06, 2008

My life is almost back

Pues eso, que hoy me dan el alta. Técnicamente aún no la tengo, porque la orden la da mi traumatólogo esta tarde cuando vea mis radiografías. Pero vamos, por teléfono me ha dicho que seguro segurito.
Eso significa que mañana vuelvo a la vida real.
Por un lado me da tristeza porque significa volver a la antigua y maldita rutina de ver a Peke una miserable hora y media cada día. Pero por otro lado, el estrés de currar en casa es lo peor.
No tienes a nadie con quien desahogarte, ni tiene ningún sentido quejarse ni siquiera contar un chiste pa distendir la presión.
Estás tú solo, ahí con el puto portátil que hace lo que le da la gana con el puto cursor (quiero mi pccccc), y te llaman y te mandan emails pero nadie es amable, porque por teléfono y por email no es necesario.
Y entonces tú tampoco lo eres, y te conviertes en una especie de ogro malcarado con ganas de volver a currar al sitio de siempre.
Qué cosas eh? Ganas de volver a currar!
Y Gato aún tiene más ganas de que vuelva que yo, dice que estoy insoportable... y me lo creo.

Me voy al CAP, a ver si me dan el último parte y acabo ya con tanto papeleo incomprensible (hay que tener un master en Salud Pública, oyes...) , total por un insignificante huesecito del pie.

2 comentaris:

anselmo ha dit...

Pues nada..a salir de la gatocueva tras lamer las heridas...lo peor es eso, no tener a tu peke mas que unas pocas y miserables horas....pero peor lo pasará él, pobrecito.

Anònim ha dit...

eres muy mala paciente tu eh?

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