divendres, de febrer 08, 2008

Por favor, Vida

Vivo rodeada de muchísima gente. Mis amigos, mis compañeros de trabajo, mis compañeros de clase, vecinos, e-pals...Y casi todos tienen o han tenido algún problema, bastantes tienen un gordo, y alguno tiene problemas de esos de órdago.
Yo estoy acostumbrada a vivir plácidamente dentro del primer grupo: los que navegamos entre dificultades de grados 0 al 1, que normalmente se solucionan invirtiendo tiempo (me han denunciado en mi compañía de seguros del coche por un accidente que jamás he tenido) o dinero (nadie puede ir a buscar al Bichito a la guardería los martes).
Cuando aparece la sombra de un problema de grado 10 afectando a alguien a quien quiero se me ponen los pelos como escarpias. Y esto me lleva sucediendo, con más o menos interrupciones, desde hace ya dos años. Enfermedades varias, unas existentes, y otras simples posibilidades por ahora descartables, planean sobre la persona a quien más admiro de mi vida: mi madre. Huelga decir que además de admirarla la AMO.
No puedo más que pedirle a la Vida que todo esto sean solo sustos, que queden en conversación de cena de Navidad, que en un futuro no muy lejano nos riamos acordándonos de tantas pruebas y tantos diagnósticos, y que mi mami se quede conmigo eternamente, si puede ser... Si no puede ser, 110 años estarían bien.
Gracias, Vida. Gracias.

dilluns, de febrer 04, 2008

Una cançó que porto al cor

Et recordo portant-nos a casa després dels concerts quan érem unes nenes. Gràcies per tot.
En el teu honor, canto el Boig Per tu al meu fill, tal com vaig prometre que faria.

Cachis...

La semana pasada me di cuenta de una cosa no superada: el critiqueo al prójimo.

En mi post de Rosh Hashaná pedía mantener mi capacidad para no juzgar ni criticar a los demás, creyéndome ufana poseedora de tal habilidad.
Para nada.
Lo que simplemente estaba haciendo era rodearme de gente "no criticona". Es decir, poniéndome en la tesitura de no tener que criticar a nadie porque no salía a colación.

Pues bien. Se acabó. Ya lo he vuelto a hacer. Muy sutilmente, así como quien no quiere la cosa, a veces simplemente asintiendo vehementemente al escuchar las palabras de otro. Pero eso es criticar al fin y al cabo.
Ayy, pero qué difícil es no caer en la tentación, cuando es el deporte nacional de mi tierra.
Y qué difícil es no juzgar a quien te trata con desdén, superioridad e incluso mala educación.

Aún así, sigo en guerra contra mi ego, ese bicho que sale a la mínima y ataca a todo dios con su lengua viperina y sus malos sentimientos. Algún día seré como quiero ser. De momento, a currárselo. Quiero aprender a hablar, pensar, sentir y actuar justamente.



Està bé sentir-se una mica trencat

Està bé sentir-se una mica trencat, perquè tots ens hi sentim de vegades. Tots tenim mal de vegades, tots plorem, i quan tot està malament é...