Pues eso, dentro de la serie ya mentada, el pasado sábado me abordó otra de esas personas que no tienen vergüenza (en el buen sentido) y que deciden abordarme con sus cosas porque entienden que yo tampoco la tengo.
Fui a comprar las batas del Peke-cole al final del Paseo Once de septiembre, y como siempre no llevaba dineros en metálico. Es que confío mucho en el plástico, y se conoce que en las tiendas de barrio el plástico no es muy bienvenido.
Así que al grito de "Uy, ahora vengo, voy al cajero", salí del callejón para volver al paseo, donde estaba yo segura de que encontraría algún banco amigo (Banco amigo= no te cobro chopocientos euros por sacar 20)
Cuando una Caixa había entrado en mi campo visual, por allá a lo lejos y como siempre en la otra acera, un joven se me acercó con cara de penita. No era un indigente ni nada de eso, ni me pedía dinero. Tenía cara de penita porque el chaval tenía razones.
"Por favor, señorita. Necesito ayuda. Yo necesito escribir sms en español, y no saber español escribir".
Tomaya. Estosiquenomehabíapasonunca. Peronuncaeh?
El primer instinto fue coger el bolso más fuerte y apretarlo a saco contra mis blanditas carnes. MIentras sopesaba el país de origen del chaval, moreno él con unos impresionantes ojos negros, él me tenía su móvil preparado para "mensajear" a la voz de: "cortito, mensaje cortito".
Le miré, me sonrió sin despojarse de su pena. Confié en él. No me preguntes por qué, pero relajé mi brazo, mi bolso descansó, y me concentré en comunicarme con aquel ser encantador que me pedía ayuda.
"A ver, qué quieres escribir".
Entonces me suelta: "Señorita, estoy enamorado".
Y ahí ya me ganó. Las mujeres somos románticas por defecto, no lo podemos evitar. COn esa frase fue suficiente para que me quedase media hora allí plantada, con un sol de justicia, olvidándome por completo de las Peke-batas, y escribiendo palabras de amor para una española imbécil que le trataba un poco mal.
El caso es que mi amigo, Giorgi, era de Georgia (qué curioso, le dije). Solo hablaba ruso y alemán correctamente y yo, hasta la fecha, no me sé ninguno de esos dos idiomas. Así que se puede decir que nos comunicamos en el lenguaje del amor. Porque si no, a ver cómo acabé escribiendo:
"Fulanita, quiero estar contigo algún día. Siemopre pienso en ti y sé que puedo hacerte feliz. Cualquier cosa que pase puedo arreglarla, dame una oportunidad".
Cuando acabamos el mensajito el pobre chaval estaba temblando de nervios. Me explicó que se quedaría allí sentado hasta que le contestase. Acertó a contarme medio en francés medio en español, que la chica en cuestión tenía novio, y que se veía con ella a veces pero que no se terminaba de decidir.
Ay, Giorgi, qué liantas podemos ser las mujeres.
Espero que te haya ido todo bien, porque la verdad, muy guapo y estupendo tiene que ser el novio en cuestión para superar esos ojazos y tanto amor.
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
Està bé sentir-se una mica trencat
Està bé sentir-se una mica trencat, perquè tots ens hi sentim de vegades. Tots tenim mal de vegades, tots plorem, i quan tot està malament é...
-
Aquesta dita ja és llastimosa de per sí. Pero encara ho és més quan la bossa no sona ni de conya. No sona la bossa d'ADIF, no sona la bo...
-
Si por casualidad alguien lee esto y no ha terminado el libro, NO SIGAS LEYENDO, ES UN POST SPOILER. El viernes 10 de agosto de 2007 terminé...
-
Pues eso, que hoy me dan el alta. Técnicamente aún no la tengo, porque la orden la da mi traumatólogo esta tarde cuando vea mis radiografías...
1 comentari:
Que te voy a decir, si yo acabo de llegar.....
Publica un comentari a l'entrada